Orlando de la Rosa, príncipe cubano del bolero internacional 

Orlando de la Rosa

Orlando de la Rosa nació el 15 de abril de 1919 en esta ciudad y será difícil olvidarlo porque marcó un hito en la música cubana con un estilo renovado del bolero. 

La vocación temprana por el arte la heredó de la línea materna, pues su abuelo fue el director de orquesta Raimundo Valenzuela. Y si bien la humildad del hogar no alcanzaba para pagar estudios caros, su madre le dio clases de piano y tuvo reconocidos profesores, como Ernesto Lecuona. 

Cuando pudo concluir su formación en el Conservatorio Félix Alpízar, ingresó en la Asociación de Artistas Teatrales de Cuba y trabajó como pianista repertorista en la estación CMQ Radio y en el Teatro Alkázar, bajo la dirección orquestal de Rodrigo Prats. 

Apenas con 21 años, Orlando de la Rosa dio a conocer su primer tema, llamado ”Ya sé que es mentira” y fue notable que desde un inicio se alejara del bolero tradicional, avizorando un cambio importante en el género, por lo que se le considera un precursor  del movimiento del feeling. 

Se convirtió en uno de los más solicitados pianistas acompañantes de América Latina y por iniciativa de los cantantes Adalberto del Río, Elena Burke y Aurelio Reinoso, organizó un cuarteto con su nombre. En esta agrupación unió por primera vez las voces de La señora sentimiento con la de Omara Portuondo. 

Por solicitud de Esther Borja, escribió el tema ”Para cantarle a mi amor”, extraordinario lied que integra canciones cubanas de concierto. Una de estas es ”Un nombre en la arena,” que interpretó brillantemente Elena Burke. 

”La canción de mis canciones” fue un singular experimento de la autoría de Orlando de la Rosa, donde unió frases de algunas de sus más conocidas creaciones para lograr un nuevo modo de cantarle a lo mejor de la vida. No es difícil reconocer en la citada pieza alusiones a varias de sus emblemáticas composiciones, tales como: ”Mi corazón no puede estar sin ti”, ”No vale la pena sufrir por amor”, ”La vieja luna”, ”Nuestro encuentro”, ”Nuestras vidas”. 

A pesar de su prematura muerte el 15 de noviembre de 1957, Orlando de la Rosa sigue siendo uno de los príncipes del bolero internacional y sus hermosas canciones integran el repertorio de sobresalientes vocalistas actuales.

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