Los Karachi, esmerado asalto a la escena musical cubana 

Los Karachi

Para mi resulta un placer hablar sobre el grupo cubano Los Karachi, cuyo nombre proviene de una ciudad pakistaní. Cuenta con casi medio siglo de vida, periodo en el cual ha logrado acumular un elevado prestigio dentro y fuera de este verde caimán. 

Atesora un excelso poder de convocatoria por lo que fue apodada “La orquesta del pueblo”. Surgió en la provincia de Santiago de Cuba en 1976, a partir de la unión de un grupo de jóvenes músicos que si bien carecían de renombre poseían calidad y disposición para nuevos itinerarios. Entre ellos se destaca el saxofonista Pablo Moya, quien junto a sus compañeros de fórmula asaltaron la escena musical cubana en momentos en que Los Van Van, con Juan Formell a la cabeza e Irakere bajo la égida de Chucho Valdés, estaban ubicados en el pináculo de la popularidad, aunque en La Habana se debatían otras agrupaciones, como Los Latinos, La Monumental, Los Reyes 73 y Rumbavana. 

A pesar del éxodo de músicos hacia la capital en busca de mayores oportunidades Los Karachi mantuvieron su “cuartel general” en la ciudad indómita, con un formato que incluye trombones y tres cantantes. Sin dudas una de sus más encumbradas atracciones es su capacidad para hacer todo tipo de música: boleros, guarachas, cha cha chás, sones diversos, danzones, jazz latino, baladas y fusiones musicales. 

Con el tema ”Quisiera volver a nacer en Santiago de Cuba”, obra que describe las cualidades de esa ciudad a la que denominan tierra de valientes, Los Karachi dan fe de su pasión por el terruño que los vio surgir. Otros temas incluidos en el repertorio de la agrupación santiaguera son: ”Caminito del Guaymaral” y ”Quiero saber de mis hijos”, las tres de la autoría del reconocido saxofonista Pablo Moya. Sin embargo, nada comparado con el tema Un solo pueblo, en el que se narra una leyenda sobre la epopeya cubana en el África austral, Angola en lo fundamental. 

El tema, cuya primicia tuvo lugar en las fiestas de carnaval en la ciudad de Santiago de Cuba en 1982, pronto se ubicó en lo más alto del gusto popular y de emisoras de todo el país. Su contagioso estribillo se repetía hasta la saciedad en todas las esquinas “…un solo pueblo… un solo pueblo“. 

Los Karachi no solo interpretaron temas de su saxofonista Pablo Moya, a pesar de que sus autorías se adecuaban a las particulares rítmicas del grupo. Bebió de la fuente autoral de Bárbaro Pérez a través de los temas ”A pesar de la distancia” y ”El ciclón te cogió”; de Frank González, con ”Orden del día”; de Méndez Carlos, con ”Cuando llegaste”; así como de otros creadores como Leonardo Mariol Casamayor y Dagoberto Planos Despaigne.  

La sonoridad de Los Karachi no quedó ajena a nuevas tendencias rítmicas, entraron en la salsa cubana, pero lo hicieron con una sonoridad y estilo propios del ambiente musical santiaguero y su fortaleza rítmica, lo que de alguna manera los hace distinguirse. 

Como orquesta tiene la posibilidad de desdoblarse en un conjunto de seis músicos, que han denominado Los 6 de Cuba. Esta formación se utiliza para eventos más íntimos y refinados o en función de circunstancias que rodeen un determinado momento como, por ejemplo, actividades de recibimiento de personalidades nacionales y extranjeras, homenajes, y otras protocolares. 

En la década del noventa Los Karachi volvieron a romper todas las expectativas cuando sacaron a la palestra pública el tema ”Señores bailen butterfly”, de Porfirio Mariol Sagarra. El tema los condujo otra vez a los primeros planos del gusto popular, a trabajar diez años en México y a presentarse en países de Europa, África y América, 

Como parte de su desarrollo musical ha compartido escenario con los más importantes salseros del mundo: Oscar de León, Rey Ruiz, El Grupo Niche, La Orquesta Guayacán, Celia Cruz y otras luminarias de la música latina. En la actualidad forman parte de la empresa Egrem, y fue una de las agrupaciones de esta institución con mayores resultados económicos. 

La orquesta atesora diferentes reconocimientos llegados de empresas y entidades de varias provincias del país. En la ciudad indómita han compartido las tablas con múltiples agrupaciones, y han acompañado varias veces al pueblo en los desfiles y celebraciones de efemérides importantes. 

A pesar de tener creado un nombre a nivel nacional, e internacional Los Karachi mantienen su sede en su provincia natal, Santiago de Cuba, la tierra que vio nacer la agrupación y que considera patrimonio local. 

 

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