Hay artistas cuya obra no se limita al sonido, sino que traza caminos de conocimiento, pasión y humanidad. Electo Silva Gainza es uno de esos nombres que resuenan con fuerza en la historia de la música cubana. Su legado trasciende las partituras: es un puente entre generaciones, un constructor de voces y un cultivador de talentos que sigue inspirando a quienes se acercan al arte coral.
Nacido el 1 de noviembre de 1928 en Santiago de Cuba y fallecido el 30 de mayo de 2017 en la propia ciudad, desarrolló una carrera que combinó la dirección coral, la composición y la pedagogía musical. Su contribución al desarrollo del canto coral cubano fue reconocida en 2001 con el Premio Nacional de Música, distinción que honró su entrega, su visión artística y su influencia duradera en la formación de músicos y coros a lo largo de la Isla.
Desde muy joven, Electo mostró un oído excepcional y un sentido profundo de armonía. Su dedicación lo llevó a estudiar música formalmente y a involucrarse en la dirección de coros comunitarios, juveniles y profesionales, consolidando un estilo que combinaba la técnica rigurosa con la sensibilidad expresiva.
Como compositor exploró la riqueza del repertorio cubano, adaptando melodías tradicionales y creando obras que reflejaban la identidad cultural del país.
Además de su labor creativa, Silva Gainza fue un pedagogo excepcional. Durante décadas formó a generaciones de músicos, cultivando en ellos el amor por la disciplina coral y el respeto por la tradición musical cubana. Su influencia no se limitó a la enseñanza: los coros que dirigió y los proyectos que impulsó se convirtieron en espacios de encuentro, colaboración y aprendizaje, dejando una huella imborrable en la comunidad artística.
Hoy, recordar a Electo Silva Gainza es celebrar una vida dedicada a la música y a la educación, a la construcción de puentes entre voces y corazones. Su legado permanece vivo en cada interpretación coral, en cada alumno formado bajo su guía y en cada obra que sigue resonando en auditorios, plazas y escuelas de Cuba y más allá.
Foto: Tomada de Granma
