La vida de Iris Burguet se revela como un canto dedicado al espíritu libre y apasionado del arte lírico cubano. Su interpretación elegante y decidida no solo recorrió auditorios y radios, sino que también dejó huella en la memoria colectiva de la canción de concierto en Cuba, Europa y más allá.
Nacida en La Habana el 23 de octubre de 1922, se formó intensamente en esa ciudad, después prosiguió sus estudios en Múnich y Viena con maestros de la escuela del lied alemán, y la rigurosidad técnica que adquirió le permitió gran dominio del repertorio europeo. Falleció en La Habana el 6 de septiembre de 1987, dejando tras de sí un legado que aún vibra.
Desde sus primeros pasos en el conservatorio —donde estudió piano, canto y teoría— Burguet mostró una versatilidad admirable. A temprana edad ofreció su debut como concertista en la orquesta del maestro Gonzalo Roig y pronto se convirtió en figura habitual de emisoras como RHC Cadena Azul y COCO, interpretando programas especiales de canción clásica y contemporánea.
Con firmeza, incorporó idiomas —italiano, francés, latín— que le permitieron cantar los textos en su idioma original y conquistar públicos exigentes.
Su repertorio abarcó desde lieder y romanzas hasta música contemporánea latinoamericana y cubana, interpretando piezas de compositores nacionales y europeos, y acompañada de orquestas reconocidas.
Su calidad fue ratificada por críticos radiales e impresos que la nombraron “cantante del año” en varias ocasiones. Más allá del mérito técnico, brilló por su capacidad de transmitir emoción pura: su voz clara, su fraseo refinado y su presencia escénica convirtieron cada recital en una experiencia vivencial para el público.
Como profesora y referente, también contribuyó a la formación de nuevas generaciones, difundiendo los valores del canto lírico con disciplina y sensibilidad. Su permanencia en la escena quedó asegurada gracias a grabaciones y presentaciones internacionales que extendieron su fama más allá de la Isla. En la obra de Iris Burguet conviven la fidelidad al estándar clásico y una entrega moderna, comprometida con la estética de su tiempo.
Su legado artístico sigue invitándonos hoy a escuchar con atención, dejarse conmover y reconocer que la voz tiene el poder de tejer puentes y trascender fronteras.
Foto: Tomada de Facebook
