Cubadisco, ¿en beneficio de la musicalidad apreciativa?

Cubadisco

Por: Sahily Tabares

“¡Qué maravilla!. No había escuchado el fonograma Beethoven Conciertos para piano (Producciones Colibrí) del maestro Frank Fernández con la Orquesta Sinfónica Nacional”. El joven sonríe; se queda concentrado en dos clásicos de las músicas universal y cubana, respectivamente. La obra obtuvo el Gran Premio de la Feria Internacional Cubadisco 2024. ¿Tuvo promociones y difusiones sistemáticas merecidas?

La proximidad del esperado acontecimiento en 2025 propicia pensar en cómo generar la musicalidad apreciativa; esta incluye el conjunto de aptitudes para la percepción interesada y consciente de la música por parte de un sujeto no participante en el proceso del producto comunicativo.

Los públicos merecen recibir información sonora diversificada sobre géneros, estilos, compositores, intérpretes y obras en provecho de la perfección del buen gusto musical. Esto exige una actitud intelectiva de las personas y la participación sistemática del sistema cultural institucional. Son el cine, el audiovisual, la radio, las plataformas digitales, las redes y el teléfono, vías idóneas para hacer extensivas estrategias y acciones socializadoras de cada fonograma. Los Premios Cubadisco establecen jerarquías de calidades cultural y artística. ¿Se aprovechan las tecnologías y todos los caminos posibles de acceso a lo mejor de las músicas, sí, en plural; que la Feria Internacional incluye en categorías documental musical, diseño de sonido controlado y coproducciones internacionales.

Recordemos, las experiencias musicológicas y de calidades artísticas vividas por el maestro Jesús Ortega, guitarrista y compositor, cuando trabajó directamente con Tomás Gutiérrez Alea, Titón, para crear la música del filme Una pelea cubana contra los demonios. Fueron determinantes en la labor conjunta los conocimientos del virtuoso Ortega sobre la música del vihuelista español del siglo dieciocho, Gaspar Sanz, de cuyas obras realizó excelentes transcripciones.

Significativos aportes al jazz y a la música bailable cubana debemos al maestro Chucho Valdés –Irakere lo patentizó. Estudioso supo encauzar talento, magisterio e investigaciones por rutas que le permitieron improvisar de manera impecable. Las jornadas jazzísticas experimentadas durante estos días activan remembranzas, el primer instrumento de factura europea que improvisó en la música cubana fue el piano, luego la flauta danzonera y la trompeta de Lázaro Herrera en el son.

Son acervos indispensables motivadores de la Feria Internacional Cubadisco 2025. En ella coinciden el diseño gráfico de fonogramas, notas discográficas, notas musicológicas, making of; todas las especialidades proporcionan códigos, mensajes, relaciones emotivas al incorporar lenguajes asociativos, polisémicos mediante ritmos y atmósferas que facilitan concepciones novedosas de sonoridades.

Reflexionar sobre conexiones de las músicas con relatos cinematográficos y audiovisuales conduce al arduo entrenamiento que requiere el dominio de múltiples disciplinas y especialidades. Por solo mencionar algunas, diseño dramatúrgico, semiología, sentido estético de palabras e imágenes en función de personajes, conflictos, situaciones y contextos.

Si las músicas creadas por Magda Rosa Galbán y Juan Antonio Leyva para filmes y audiovisuales se registraran en discos tendríamos valiosos manuales de aprendizajes destinados a guionistas, directores, y públicos deseosos de nutrir su musicalidad apreciativa.

Sigamos pensando en grande a Cubadisco. Urge la complicidad creciente entre conservatorios, centros de enseñanza artística, medios de comunicación audiovisuales y la sociedad. El oído se educa, el gusto se forma.

De continuo, las tecnologías borran fronteras, tornan más complejos los procesos de circulación y recepción de las producciones culturales y artísticas, hay que fomentar alternativas en los canales oficiales y alternativos.

Cubadisco pondera la industria fonográfica en términos de hacer memoria y acerca actualizaciones. Lo que no se visibiliza no existe. La recreación de ambientes musicales de distintas épocas, la búsqueda de la belleza, la elegancia remite una y otra vez a raigambres inagotables. Músicos, artistas cinematográficos y audiovisuales pretenden decir algo que las mayorías no han visto, ni experimentaron. Defendamos redescubrir lo aprehendido y lo asentado en la tradición; herencias y virtudes, El estímulo legítimo de proyectos valiosos valida quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos. Pensarlo y llevarlo a la práctica seguirá fortaleciendo a nuestro Cubadisco.

Fuente: Bohemia

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