Corazón y talento en La Colmenita de Arroyo Naranjo

La Colmenita de Arroyo Naranjo

Uno de los aforismos pedagógicos de José Martí que más ha calado en las razones y ejecutorias del grupo gestor de la compañía La Colmenita, es el que afirma: “Tener talento es tener buen corazón; el que tiene buen corazón es el que tiene talento”.

La labor de los colmeneros mayores no procura formar grandes artistas, antes bien, busca juntar niños y niñas de buen corazón, que mañana sean sostén humano del destino promisorio de la Patria.

Para trabajar en favor de ese empeño, no se precisa obligatoriamente tener un título de escuela de arte. Gracias a ello, Alina García Espinosa, directora del Taller de La Colmenita de Arroyo Naranjo, puede declarar con legítimo orgullo que es una artista colmenera 

La organizadora principal del panal arroyense explicó a Radio Cadena Habana que el objetivo prioritario de La Colmenita no es formar artistas de primer nivel, sino para trabajar valores humanos y jugar al teatro, la música y la danza, razón por la que el Ministerio de Cultura aprobó una plaza denominada “artista colmenero”.

Graduada de ingeniería termoenergética, Garcia Espinosa reconoce que su verdadera vocación son los niños. Esa disposición política la capacita sobradamente para cumplir las misiones que le propone está iniciativa de amor infinito.

En la comunicación con ella conocimos del apoyo de padres y familiares. “Ellos  forman parte imprescindible en los resultados artísticos“, puntualiza la ingeniera devenida “tía de muchos” y amplía: “en música apoya una abuela que tiene conocimientos musicales; en danza también son padres que dominan la manifestación, aunque casi siempre las danzas las montamos con ideas de los mismos niños, sobre todo los mayores. En teatro jugamos a ser, en aras de enriquecer la imaginación, abejas y abejorros, y darle vida real a un personaje de ficción”.

Para la líder del Taller, todos los momentos junto a La Colmenita son felices: “Ya sea llevarlos a conocer diferentes lugares juntos en modo aventura o ver la cara de ellos la primera vez que se enfrentan al tabloncillo de un teatro o cuando los padres llegan con las notas de sus hijos y me dicen que el taller los ayudó a tener buenos resultados”.

En lo más profundo del alma Alina García conserva el hermoso recuerdo de una niña que le dijo que en el taller le parecía estar viviendo un sueño, pues siempre veía a La Colmenita por la televisión y todavía no podía creer que era ella la que estaba viendo en el escenario y que todo ese público estaba ahí para verlos.

Fundada el 10 de marzo de 2017, la matrícula de La Colmenita cuenta aproximadamente con 50 – 70 alumnos, cuyas edades oscilan entre los cuatro y catorce años, aunque mantiene a los que ya están en el preuniversitario, que no quieren abandonar el taller.

El repertorio de La Colmenita de Arroyo Naranjo tiene montadas versiones de cuentos clásicos, como: La cucarachita Martina, El Gato con botas, Caperucita Roja, La Cenicienta, Meñique; además de Juega y canta y Ajiaco de sueños, entre otras.

Distingue a esas puestas en escena, además de las variaciones del texto, el empleo de música y bailes cubanos, lo que les permite actualizar y contextualizar las historias.

El Taller forma parte de la compañía La Colmenita, por lo que su directora asiste todos los martes a los intercambios que realiza Carlos Alberto Cremata con los encargados de los talleres. Allí rinden cuenta de lo realizado, reciben consejos y sugerencias que aportan al mejoramiento del desempeño comunitario.

En estos momentos ocho niños del municipio están incorporados a la central.  Además, cuando se efectúan los mega espectáculos de La Colmenita, en ellos participan los niños del Taller. 

Así es La Colmenita: una mezcla de corazón y talento para seguir siendo útiles y virtuosos.

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