Cual épica de un pueblo rebelde trasciende la Revolución Cubana y deviene canto renovado en cada capítulo de su historia.
De la poesía, la trova, el son, la guaracha, la conga, se visten las páginas de la gesta que marcó el Primero de enero de 1959 en el corazón y la garganta de hombres y mujeres tanto de la isla caribeña, como de diversos puntos del planeta.
Emergieron las voces de juglares henchidas de melodías para venerar el acontecimiento triunfal del líder Fidel Castro, los barbudos y los vítores de obreros, campesinos, estudiantes, amas de casa de todo el país.
Los eventos más significativos se convirtieron en creaciones sonoras, fundamentalmente, gracias al ingenio del reconocido «Cantor de la Revolución», Carlos Puebla, quien desde antes de la victoria de enero se consagró a aguijonear los males de la antigua sociedad y, luego a enaltecer la nueva vida y sus protagonistas.
Y en eso llegó Fidel es, sin dudas, tema emblemático de la autoría del bardo de Manzanillo, quien logró resaltar la gallardía del Comandante en Jefe para romper con el pasado de opresión y dar justo valor a las masas populares.
Acordes, jocosidad criolla, estribillos fáciles de aprender, ilustran sus composiciones, devenidas himnos patrióticos, en tanto resulta difícil que alguien no haya repetido algunas de sus frases. Entre las más recordadas, destacan: Canto a Camilo, Hasta siempre Comandante, La reforma agraria y Gracias Fidel.
El programa del Moncada, compuesto e interpretada por la trovadora Sara González, es uno de los títulos que trasmite con mayor pasión el pensamiento que Cuba legó al mundo desde 1959. En la pieza se cita casi textualmente al líder de la Revolución en su alegato “La historia me absolverá”, durante el juicio por el asalto en 1953 a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en el Oriente cubano, suceso considerado el punto de partida de la nueva etapa de lucha.

Sara González grabó el tema con el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, dirigido por Leo Brouwer, el cual posibilitó la realización por varios juglares de creaciones inspiradas en la epopeya revolucionaria, entre tantas, ¡Cuba Va!, de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, y Fusil contra fusil, de Silvio Rodríguez.
Existen muchos virtuosos de la Mayor de las Antillas que ligaron su talento al devenir de 66 años de transformaciones sociales, bloqueo yanqui y resiliencia popular. Andrés Pedroso es uno de ellos y Junto a mi fusil, mi son, constituye ejemplo de arte al servicio de la nueva sociedad.
La lista de autores y piezas es amplia, como reflejo de la influencia en cada generación de la sociedad construida después del triunfo del Ejército Rebelde. Cuba Mi historia crecerá, interpretada por el Grupo Moncada, es una composición de Juan Carlos Rivero y Jorge Gómez, y aunque es de las más cercanas en el tiempo, vibra con similar ímpetu que aquellas de la primera etapa de la Revolución.
Siguiendo los pasos del socialismo en el país, surgen cantautores con entregas memorables y uno de ellos es Raúl Torres, cuyas melodías se imponen por su estilo de alto vuelo poético. Patria o muerte por la vida, resulta una de las inspiraciones que reafirman el compromiso político del autor con la Revolución.
Acompañando el paso erguido de la Patria y también sus momentos de mayor reflexión, surgen siempre músicos que expresan en múltiples géneros el sentir del pueblo, cual banda sonora interminable.