Rocío Padilla: La musicología como estilo de vida 

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A la temprana edad de tres años la joven musicóloga Rocío Padilla integró la cantoría infantil del Coro Nacional de Cuba, bajo la dirección de la maestra Digna Guerra. Iniciaba así un largo camino de formación musical como instrumentista en la especialidad de oboe, ejerciendo los niveles de enseñanza elemental y media en las academias, hasta culminar su perfil profesional en el Instituto Superior de Arte (ISA). En franco diálogo, Padilla nos acerca a la Musicología.  

Rocío: ¿por qué optas por la Musicología? 

Mi decisión de ser musicóloga siempre ha estado presente, en primer lugar, gracias a la formación que he tenido en mi hogar. Mis padres me dieron las herramientas y luego pude descubrir que la Musicología es esa carrera que reúne todos los sueños que hasta hoy me propongo lograr.  

¿Quiénes fueron tus referentes? 

La musicóloga en que me he convertido hoy tiene mucho de aquellos maestros que tuve la oportunidad de tener en los niveles elemental y medio, sin olvidar a mis grandes maestros de oboe. Mis referentes están muy cercanos a la obra y legado de patrones significativos de la especialidad: Argeliers León, María Elena Vinueza, Laura Vilar, Grisel Hernández, Olavo Alén, entre muchos maestros de los que hoy estoy agradecida. No puedo dejar de mencionar a los que estuvieron cerca de mi evolución en mi etapa de estudiante y hoy en la profesional, como Gisela Sosa, mi tutora Mariana Hevia, así como Nerys González y Cary Diez, que son para mí muy importantes dentro de la evolución y transformación de la musicología en la industria musical. 

¿Qué temáticas específicas abordas en tus trabajos? 

Mi trabajo está muy ligado a mi posición dentro del contexto cultural actual. Me interesa realizar investigaciones sobre figuras y personalidades que aún contribuyen a la evolución y transformación de nuestra cultura y la sociedad, específicamente en la música. 

La Feria Internacional Cubadisco y el Festival Jazz Plaza cuentan con publicaciones de esta joven profesional, donde expone el impacto de ambos eventos en la sociedad actual y la nueva generación. Recientemente recibió el tercer premio UNEAC 2025 Argeliers León por su trabajo de licenciatura: «Jorge Rivero, más allá del virtuosismo»; donde aborda la personalidad de éste oboísta cubano en la enseñanza del instrumento, su inigualable forma de interpretar y sus conocimientos transmitidos a múltiples generaciones de músicos cubanos. A propósito del lauro acotó: 

«Estoy muy feliz por haber recibido el Tercer Premio UNEAC de Musicología Argeliers León 2025. Primero por ser parte del certamen que ha estado siempre cerca de la visión y reflexiones de investigadores, críticos y estudiosos, que se acercan a figuras relevantes y aportan a la consagración y  la consolidación de la música en Cuba. Para mí es un honor ser parte en 2025 de este relevante premio, porque es una manera de que expertos e intelectuales de nuestro país se acerquen a mi trabajo de licenciatura». 

Rocío enfoca sus investigaciones en los valores y la historia que debe ser contada y resguardada para que nuestro patrimonio continúe vivo y no se pierda. Por lo que considera la musicología un estilo de vida: 

«La musicología es para mí un estilo de vida porque requiere de muchísimos conocimientos y amplia perspectiva de análisis». 

¿En general qué importancia le concedes a la musicología? 

En mi vida la musicología tiene un valor muy importante, porque ha sido la carrera que me ha proporcionado conectar mi visión y formación como instrumentista y musicóloga. Me ayuda a reflexionar y entender el porqué de la música, sus conceptos, fenómenos y sus complejos genéricos; así como la visión de los propios músicos, la música en vivo y grabada. Puede valorar cómo está la sociedad y cómo la recibe. En general es una carrera que me ayuda a comunicar lo que siento por la música y la cultura en general. 

Foto: Cortesía de la autora 

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