Un refugio imprescindible para la trova, la poesía y la música cubana en el corazón de La Habana es Rodair’s Café, ubicado en Pozos Dulces, entre Bruzón y Desagüe.
Conducido por dos anfitriones excepcionales: Airado Raúl, un intérprete visceral y Rodney Hernández, poeta, narrador y promotor de arte, en este sitio el alma criolla se sirve con café, canciones y versos.
Para el sábado 19 de julio, de 5:00 p.m. a 8:00 p.m., se vestirá de largo el céntrico espacio para recibir a una de las figuras más genuinas y queridas de la música tradicional cubana: María Victoria Rodríguez, la voz dorada de la música campesina cubana, símbolo de autenticidad, entrega y raíz.
Con una trayectoria sólida, premiada y querida dentro y fuera de Cuba, ha sido reconocida con el Premio Cubadisco en tres ocasiones (2010, 2019 y 2024), no solo por su voz clara y poderosa, sino también por su labor incansable como defensora de la décima, la tonada y el punto cubano.
Es una de las artistas que mejor ha sabido renovar la música campesina sin perder su esencia y su repertorio combina lo tradicional con una sensibilidad contemporánea que conmueve y emociona.
Desde escenarios nacionales hasta plazas campesinas, su presencia ha sido constante en festivales, jornadas guatequeras y espacios de difusión cultural.
El canto de María Victoria Rodríguez tiene olor a tierra mojada, a palma, a historia viva, y es considerada hoy una de las principales figuras femeninas del género, con un estilo propio, elegante y profundo.
En Rodair’s Café, interpretará lo mejor de su repertorio y los temas de su más reciente producción discográfica: Que hablen si van a hablar, una obra que confirma su madurez artística y su vínculo sincero con el alma de Cuba.