Edelis Loyola: 40 años cantándole a la infancia 

Edelis Loyola

Por: Yailén Campaña Cisneros / Foto: Heidi Calderón Sánchez 

Cuando los sueños se hacen realidad, más si es un sueño de toda la vida, no hay plaza citadina que aguante. Cuentan quienes disfrutan de la música de la trovadora infantil Edelis Loyola, que a más de un niño se le ha visto huyéndole al piojo malva que revolotea sobre las cabezas en su aeroplano, los zapatos de Paco atorados en la rama más alta de algún ficus o yagruma de ocasión, y hay hasta quien afirma haber visto una salamandra nudista cambiándose el vestido por un biquini florido. Por suerte el chinito Lo deja grabadas las memorias de cada peña inolvidable. 

Pero, perdón, en estas fotos solo aparece una trovadora acompañada por un coro de niños y su guitarra: esa fiel compañera que dulcifica y da colorido al timbre de esta niña grande que desde los ocho años sueña con la música. 

Lagartijita color naranja, 
manchitas negras sobre la espalda. 
Más que paciente espera siempre 
cuando un bichito quiere comerse. 
Solita y mansa, pancitiblanda 
regresa al agua la salamandra. 

Edelis nació en Moa, municipio de Holguín, donde desde 1989 compone canciones para los niños. Esta pasión le llega con la temprana maternidad, que le dio la bendición de los tres hijos que ama y para quienes comenzó a escribir canciones desde muy corta edad: “Como fui una madre joven me sensibilicé con los niños. Mi primera canción infantil fue un objeto común en los cumpleaños: ‘La piñata’”. 

Escribió el tema para inaugurar la Casa del Joven Creador de Moa. Allí también creó La peña de Gabriela, que más tarde dio paso al popular programa de televisión El patio de Gabriela, del canal provincial Telecristal, transmitido además por la televisión nacional en sus espacios estelares para niños. Desde el 2008 se despidió de su tierra, roja y rítmica en el decir, para habitar en la capital holguinera. 

Junto a las trovadoras cubanas Teresita Fernández y Rita del Prado, es fundadora del Movimiento Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña constituido en 1994 en la Casa de las Américas. Tiene escritas más de setenta canciones. En su presencia se juega a la rueda rueda y a la ronda ronda, pues ella no duda intercalar juegos y canciones en cada presentación que asume cual divertimento, en un despliegue teatral a la manera de Rosa Campos y la más joven Enid Rosales, sin olvidar al Dúo Karma. 

Para lograrlo conjuga letras ingeniosas con sonoridades tradicionales cubanas. Recrea historias del refranero popular y las tradiciones más autóctonas de nuestros campos cubanos, aunque la contemporaneidad y las zonas urbanas también ponen lo suyo. 

Pícaro, pícaro pica el piojo. 
Ojo, ojo, ojo con él. 
Al piojo hay que castigarlo, 
no sientas ninguna pena. 
¿Quién lo manda a estar metido 
en las cabezas ajenas? 

Las letras de sus canciones confirman que le fascinan los temas tabúes. Siempre trabajando en nuevos proyectos dirigidos a los más pequeños, con el objetivo de explicarles algunas cosas que quieran saber. Fruto de ello es “La canción de la familia”. La trovadora asegura que lo más importante a la hora de escribir una canción destinada a los niños es que tenga una enseñanza, pero sin didactismos evidentes. Dice: “Los niños son muy inteligentes y no se les debe subestimar, por eso cuando compongo lo hago sin ñoñerías, pero sí con un claro propósito orientador, pedagógico”. 

Esta sencilla y dulce mujer contagia a niños y adultos con su delicioso sentido del más fino humor. Así da vida a un cangrejo zapatero, a la vaquita de Ventura, a un piojo malva; nos regala personajes como Paco que anda siempre tirando los zapatos, o el chinito Lo en una combinación sincera y aguda entre pluma y melodía. 

Maestra y juglar es ella la más hábil titiritera de las increíbles historias que cuenta cada una de sus canciones, donde siempre reinan el ingenio y la fabulación. Cada canto abre la puerta a nuevos mundos, matizados por el colorido y la dulzura de sonoridades osadas, que pueden desde regalarte un parque de diversas diversiones hasta invitarte a la casa de su abuela, a quien recuerda siempre: 

Mi abuela era una abuela muy especial, 
como todas las abuelas, 
mi abuela era tan sabia 
que no conocía palabras oscuras, 
pero podía conversar con los astros 
o con la humilde matica de ruda. 

La ya lejana tarde del 25 de abril del 2009, el Centro Pablo de la Torriente Brau recibió a la cantautora, quien desde hacía tiempo anhelaba su concierto en la sede de la trova cubana. Y dejó como regalo palpable el disco de la colección A Guitarra Limpia: “Conciertos muchachos”, que contiene 15 canciones entre las que saltan a la vista algunas de las más conocidas como “Las vocales”. Allí se unieron a su guitarra el laúd del guajiro Miranda, el oboe de Isis Echeverría, Frank Daniel Santos al tres y los niños Alberto Pablo Rojas en el violín, Juan Carlos Sánchez en la percusión y la flauta de Deliana Prieto, entonces estudiantes de la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell. También se sumaron a la cantoría infantil Ederlys Rodríguez y Kiki Figueredo, integrantes del proyecto La salamandra. 

A su isla natal se le adelantó la Plataforma de Solidaridad con los Pueblos, de Islas Canarias, al grabarle aquel otro disco promocional, que llamó Canciones para jugar. Hasta que logró en 2021, durante la pandemia de Covid 19, su primer fonograma profesional titulado La piñata, realizado con el sello discográfico del Instituto Cubano de la Música: Colibrí. El disco está integrado por 12 temas, donde se conjugan con maestría canciones legendarias y recientes de gran belleza. 

Luego de 36 años de vida artística, estudiantes del Instituto Superior de Arte (ISA) de la filial holguinera le realizaron su primer videoclip: La Vaca de Ventura. Una animación dirigida y producida por Linette María (Malú), con diseños y animación de Daniel Valcárcel, y con la edición y montaje de Melissa Sanz. Este audiovisual contó con el auspicio de la Dirección Provincial de Cultura en Holguín y el apoyo de instituciones culturales como la EGREM y Artex S.A. 

Ha obtenido en cinco ocasiones Premios en el Festival de la Radio Cubana, y nominación al Gran Premio, con la realización de los programas radiales infantiles La Piñata y Juega Mi Canto. En el año 2011 fue nominada al Premio Cubadisco en la categoría de música infantil, junto a Omara Portuondo y la compañía de teatro infantil La Colmenita. Y a finales del 2022 recibió la medalla Raúl Gómez García, la más alta distinción que otorga el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura a personas con más de 20 años en el sector. 

Ha realizado cuatro giras a España e Islas Canarias, invitada por el Ayuntamiento de Fuerteventura, Puerto del Rosario, a los festejos de carnaval y fiestas patronales. Ha compartido escenarios con personalidades de la cancionística infantil internacionales como los Hermanos Rincón, de México; Tita Maya, de Colombia; Milagros Santana, de Venezuela; Luis María Pesseti, de Argentina; Toño Suzarte de Chile; y de Cuba, Teresita Fernández, Rita del Prado y Liuba María Hevia, quien incluyó en su disco Travesía Mágica uno de los temas de Edelys más interpretados por otros artistas: “El Piojo”.  

Podemos disfrutar de su música en los espacios fijos que realiza en la ciudad, donde se le unen su hija Edelita Cabreja, flautista y cantante, y el payaso Larguirucho. Sobre la sección Ven y aprende, de su peña Dibujando la melodía, nos dice: “La idea es mostrar un instrumento musical diferente para que el niño que quiera suba y lo toque. He llevado desde un cuatro venezolano hasta el ukelele de Edelita”. 

Pero su música viaja también hasta círculos infantiles, escuelas, hogares de niños sin amparo filial, barrios y comunidades. Así que, si la ves por las calles de Holguín no dudes en preguntarle por los personajillos juguetones de su canto, pero sobre todo persíguela hasta su destino final, donde seguro la pasarás tremendamente. 

 

Fuente: La Jiribilla

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