Para la actriz cubana, Edith Massola, las artes adquieren una relevancia extraordinaria. Versátil, talentosa y muy capaz, se ha ganado un espacio privilegiado en el corazón de los cubanos, por su entrega consagrada en cada obra que ejecuta.
Actriz, bailarina, cantante y presentadora con gran naturalidad y un histrionismo innato, llega a todo tipo de público. Su trabajo hoy como directora de espectáculos artísticos de gran magnitud, adquiere mayor relevancia en las nueve ediciones del Festival de la Salsa en Cuba, creado por el músico y director de orquesta Maikel Blanco.
La icónica conductora y directora del espacio televisivo 23 y M; el programa musical más popular de la televisión cubana, suma a su carisma la dirección artística de este evento, que aúna orquestas de música popular bailable en La Habana, del 19 al 23 de febrero 2025 en el Club 500; ubicado en calle 12, entre Calzada y 3ra del Vedado.
De lo que representa dirigir estos espectáculos de primer nivel en un Festival, comenta la ingeniosa actriz para la emisora de la música cubana.
Es una oportunidad única y un reto que he asumido durante nueve años, aunque son diez años desde que comenzó el festival. En realidad, es una bendición y la posibilidad que la vida me está dando, desde mi espacio, que igualmente ocupa la música cubana en la televisión, poder reproducir esa energía y el placer que genera nuestra música, en escenarios como el Festival de la Salsa; definitivamente no lo puedo tomar ni como un empleo, es una extensión del divertimento y el alma que brota siempre de la música cubana. Me gusta mi música y me gusta bailarla como la mayoría de todos los cubanos.
¿En esta edición, además de la música, se presentan profesionales de la danza con academias de baile?
Sí, cada año que termina es como un listón que queda y superarlo nos cuesta, afortunadamente, gracias a un equipo de trabajo que parte de MB producciones, Artex y la empresa Carnaval, cada año encontramos algo que pueda distinguirlo del anterior y en esta edición, además de que llegan academias de música popular, dígase salsa, que es como se le conoce internacionalmente, participarán dentro del festival y habrá talleres para aprender a bailar o para bailadores y profesionales que le dará mayor relevancia. De igual modo, otra novedad este año es la inclusión de una orquesta joven. Será el trombonista Eduardo Sandoval que, además de tocar en varias agrupaciones, ya lidera una banda y eso siempre es importante. El propósito del Festival es buscar espacios para lo nuevo, lo que ya se ha ganado y por supuesto, el reconocimiento que no puede faltar cuando de música popular bailable se trata.
¿Qué repercusión internacional tiene este Festival de la Salsa?
El Festival desde el inicio ha gozado de una organización extraordinaria, desde las manos de Maikel Blanco, que sabemos es un músico de los más emprendedores, porque puede llevar a la par de la música a su orquesta, en un evento de esta magnitud muy bien organizado desde su manager y su oficina. Ha tomado una fuerza importante porque, incluso, muchas agrupaciones desde el Festival de la Salsa en Cuba han alcanzado otros escenarios internacionales, por la afluencia de público que viene a disfrutar y la colocación que tiene la música cubana en plazas como Perú o en otros países de Europa. Definitivamente, el Festival es el resultado que está teniendo nuestra música cubana internacionalmente.
La reconocida actriz cubana, de sólida formación académica, explota al máximo los conocimientos adquiridos en el cine, el teatro musical, dramático y la televisión, con respeto y continuidad del legado de múltiples creadores cubanos, íconos en diferentes manifestaciones artísticas.
Cómo de música cubana se trata, Edith Massola, en su singular estilo, desde esta web ejerce su poder de convocatoria: No pierdan la oportunidad de pasarla bien en estos tiempos donde el agobio no nos puede vencer y tenemos que estar bailando con la música cubana y todo lo bueno que genera, del 19 de febrero al domingo 23 y que regalará, además, un wemilere para nuestra patrona y Yemayá.
Foto tomada por Marianela Dufflar