Por estos días la Escuela Cubana de tres y laúd festeja su onomástico 35, todo un acontecimiento, teniendo en cuenta el crecimiento de ambos cordófonos a partir de la creación de este centro.
Una pléyade de treseros y laudistas ha concretado sus sueños al amparo de la institución de la mano del maestro Efrain Amador, quien asegura que lo más significado de la institución es la incorporación de mujeres, a un instrumento dominado por hombres durante muchos años.
A propósito de la celebración conversamos con Jany Quiñones, una de esas jóvenes, convertida hoy en tresera del Conjunto Arsenio Rodríguez.
¿Cómo llegas al mundo de la música?
Fue casual, a la edad de 10 años, motivada por una compañera de aula que había comenzado a recibir clases de guitarra. Un año después matriculé en el Conservatorio Guillermo Tomás de Guanabacoa, en la especialidad de guitarra.
Próxima al pase de nivel algunos profesores me indicaron que podía optar, por mis condiciones físicas, por otro instrumento más pequeño, y fue así que elegí el tres.
Por esa fecha accedí a conferencias impartidas por el Maestro Efraín Amador y ello condicionó mi elección, al darme cuenta de las bondades del instrumento en cuanto a la peculiaridad del sonido, entre otros aspectos.
Sin embargo fue a los 18 años, en la Universidad de las Artes cuando comencé a estudiar el tres de manera formal con Efraín, a quien agradezco todas sus enseñanzas, que además de ayudar a convertirme en tresera profesional me llevó por los caminos de la pedagogía.
¿Qué representa para Jany ser parte del Conjunto Arsenio Rodriguez?
Es uno de los regalos más bonitos ofrecidos por la vida en mi profesión, teniendo en cuenta que Arsenio Rodríguez fue un gran músico, no solo como tresero, sino también como compositor. Grandes orquestas han versionado temas de su autoría entre ellos “La vida es un sueño”; “Fuego en el 23”; El guayo de Catalina”; y otras canciones en diferentes estilos.
Además Arsenio es considerado el padre de la salsa por sus aportes al formato instrumental del septeto, convirtiéndolo en conjunto. Todo esto me llena de satisfacción a la cual se suma ser la primera mujer tresera dentro del conjunto en todos sus años de historia desde su fundación en 1940, además, es reto y responsabilidad.
¿Cómo ha sido tu aceptación dentro de esta nómina masculina mayoritariamente?
Desde siempre ha sido magnífica, dentro de la agrupación y del público, con el apoyo de mis colegas y del director José Dume Montero quien me ha hecho despositaria de toda su confianza.
Estudio mucho y trato de ser continuadora del legado de Arsenio Rodríguez, El Ciego maravilloso.
¿Has formado parte de otras agrupaciones?
Tuve la dicha de pertenecer al grupo liderado por María Victoria Rodríguez Sosa, conocida como La Voz de oro de la música campesina, allí me desempeñé como guitarrista y tresera por un período de 3 años, durante los cuales hice radio, televisión y fui parte de la grabación del álbum Entre dos aguas, interpretando ambos cordófonos. Luego trabajé en otras agrupaciones hasta 2017 que entré en Arsenio Rodríguez.
¿Experiencias internacionales?
Recientemente estuve con el Conjunto, en la Noche cubana celebrada en Medellín, Colombia, en el contexto de la Feria de la Flores y en Bogotá la capital del país. En ambas ciudades la acogida fue sorprendente, el público cantaba las canciones del conjunto y disfrutaban cada estrofa, cada verso, cada nota musical.
En mi caso como tresera femenina, sentí la aceptación de los presentes por mis condiciones físicas y la inmensa satisfacción de ser parte de una agrupación histórica defensora de la música tradicional cubana.