La Sala Che Guevara de la Casa de las Américas se llenó de ritmo y elegancia con el concierto de Janio Abreu y su quinteto Cubop Messengers, que sirvió como colofón del prestigioso Premio Literario Casa de las Américas. Este evento musical cautivó al público, consolidando la fusión del jazz y los sonidos cubanos.
El quinteto estuvo compuesto por los talentosos músicos: Pedro Pablo Gutiérrez, en el contrabajo; Mario Enrique Rivera, al piano; Guillermo del Toro, en las tumbadoras y Fabio Dayán Rivera, en la batería, acompañando al clarinetista y saxofonista Janio Abreu. La química entre los integrantes fue palpable en cada interpretación, mostrando un virtuosismo y cohesión que enriqueció el espectáculo.
Durante el concierto se interpretaron ocho piezas, la mayoría de ellas compuestas por Janio Abreu. Esta cuidadosa selección musical mostró la diversidad y creatividad de este joven y multipremiado jazzista cubano con una sólida carrera musical, tanto en Cuba como en el extranjero.
El concierto comenzó con “Travelling”, una composición dotada de un estilo vibrante y enérgico. Sobre esta pieza aclaró que es el resultado de la relación laboral y de amistad con Víctor Goines, miembro de la Lincoln Center Orchestra y del septeto de Wynton Marsalis, además de director de los estudios de jazz en el Chicago Western University. Abreu dijo que ese tema, en particular, lo creó cuando fue invitado al Festival de Jazz de Chicago. Rememoró que se encontraba en el sótano de la casa de Goines tocando unas melodías con la mano izquierda y, de pronto, empezó a tocarlas con la derecha cuando Víctor le dijo que le gustaba y que si tenía listo el tema para esa misma semana lo podían estrenar en el Festival. Al norteamericano le encantó. Lo grabaron el primer día y se convirtió en parte de su repertorio.
Posteriormente, se escuchó en el concierto “Un ratico arriba”, tema especialmente compuesto para un audiovisual e interpretado junto al invitado Roldán Carballoso, quien aportó el sonido del laúd, creando un ambiente sonoro muy particular.
Otro momento emotivo fue la interpretación de “Tu vals”, dedicada por Janio a su hija adolescente, con la intención de que se convierta en la obra que baile en su fiesta de 15. Esta pieza, cargada de sensibilidad, convirtió la sala en un espacio íntimo a pesar de la magnitud del evento.
A continuación, se presentó el clásico “Caravan” de Juan Tizol y Duke Ellington, arreglado por el cubano Alberto Socarrás, con su orquesta La Flauta Mágica, en los Estados Unidos. Janio aclaró que Socarrás fue el primer flautista en grabar un solo de jazz con la pieza “Have You Ever Felt that Way”, en 1929, para la Clarence Williams QRS, lo cual marca un hito en la historia del jazz.
En el concierto de Casa de las Américas la flautista invitada para tocar “Caravan” fue la reconocida cubana Niurka González, quien aportó una dimensión única a la obra con su interpretación magistral.
El programa continuó con “Bolero”, que hizo vibrar al público con su cadencia romántica. El compositor comentó que ese es su título provisional y que formará parte de la telenovela en producción, Ojos de Agua, para la cual está componiendo la banda sonora. Confesó que se siente muy orgulloso porque es la primera vez que compone música para un dramatizado de este tipo. Explicó que por limitaciones económicas no pudo grabarlo en un estudio profesional, por lo que varios compañeros, solo por amor al arte y a la telenovela cubana, estuvieron dispuestos a ayudarlo desde diferentes lugares del mundo. Uno, estaba en un crucero en Europa; otro, en Boston y el tercero, en Luyanó. Janio se encontraba en La Habana, en medio de un apagón. Contaba con una tarjeta de sonido y logró conectar la computadora a un backup que todavía tenía carga.
Siguió el concierto con un momento especial. Se trata de una versión de “Alumiando”, de los compositores Joao Leira y Mauricio Lima, interpretada a dúo con la maestra del pandeiro Thais Bezerra, percusionista, maestrina de blocos de carnaval y vinculada a la educación musical en la Universidad Federal de Río de Janeiro. La conexión entre Thais y Janio fue evidente, resaltando la riqueza intercultural entre Cuba y Brasil.
Para cerrar, el quinteto Cubop Messengers presentó “Semillas”, un cha cha chá lleno de energía y ritmo contagioso, y, por último, “Dr. Tambor”, dedicada a su amigo, el percusionista y baterista cubano Horacio El Negro Hernández, considerado como uno de los más importantes en el jazz latino y la música afrocubana contemporánea.
El concierto de Janio Abreu en la Sala Che Guevara se convirtió en una exquisita muestra de la calidad artística y la innovación dentro del jazz cubano contemporáneo. Fue una noche inolvidable que celebró la música como expresión cultural y vehículo de emociones profundas, dejando al público con el deseo de más encuentros de esta magnitud.
Foto: Cortesía de la autora