Felo Bergaza y su marcada raíz popular 

Felo Bergaza

Hablar de Rafael Bergaza, conocido en el mundo artístico como Felo Bergaza, es hacer una oda a los textos picarescos, al músico cuya vibra interpretativa y autoral le llevó a disímiles agrupaciones en las que sentó pautas como compositor y pianista. De la más autóctona raíz cubana se ganó el aplauso del público por ser portador de una amplia gama de ritmos, destacados por su criollismo. 

Natural de la ciudad de Trinidad, en el centro sur de Cuba, vino al mundo el 26 de agosto de 1917 bajo el signo zodiacal Virgo. Quizás sea esta la razón por la cual siempre estuvo elaborando estrategias y planificando la vida, pues los de ese signo no son de los que se sientan, sino que suelen buscar formas de mejorar y ser más productivos. 

A los 6 años ya estudiaba violín y a los 10, acompañado por su padre, era ejecutante en una orquesta, aunque sin apartarse de los estudios de solfeo, teoría de la música y piano. A inicios de la década del 30 comenzó a subir la cuesta del éxito, se presentó en un programa de la radioemisora de la Cuban Telephone Company, ubicada entonces en los altos del Hotel Plaza, en La Habana. 

Sin embargo, en lo referido a exposiciones nada se compara con la del maestro Ernesto Lecuona cuando le dio participación en sus conciertos en los teatros Auditórium, actual Amadeo Roldan, Encanto y América. En esos escenarios hizo dúos de piano con Orlando de la Rosa y participó en los grandes conjuntos instrumentales, compuestos en ocasiones hasta por doce virtuosos de música popular de esos años. 

Su perfección pianística le permitió concebir un amplio recorrido por el panorama musical nacional de entonces al integrar las orquestas Yemaya y Montecarlo, esta última bajo la batuta del compositor y trompetista Julio Cueva. 

En busca de nuevas oportunidades viajó a La Habana a finales de la década del 30 para trabajar como pianista acompañante de Rita Montaner en la radioemisora COCO. Más tarde fue nombrado director musical y pianista de la Compañía de Bufos Cubanos, dirigida por el cantante Ramiro Gómez Kemp, con la que realizó giras por República Dominicana y Haití. 

Finalizando la década del 40 viajó a tierra boricua con la finalidad de cumplir un contrato por espacio de 12 meses en el cabaret Nilo. Su presencia en el centro nocturno se catalogó de exitazo, allí se presentó junto a la cantante norteamericana Frances Langford, el actor cómico Bob Hope y en conciertos a dos pianos con Eddy Duchin. 

Sus actuaciones fueron aplaudidas en Nueva York, Antillas Menores, México y Madrid. Hizo un dueto memorable conocido como Bergaza-Tarraza en el teatro Margo de Ciudad México, donde actuó junto al Trío Los Panchos, las orquestas de Dámaso Pérez Prado y el compositor Agustín Lara. Precisamente como parte de la dupla Bergaza- Tarraza visitó casi todos los países de América, así como Francia, Italia, España, Medio Oriente y África del Norte. 

En 1958 regresó a Cuba, donde trabajó hasta 1967 en el Cabaret Tropicana como compositor e intérprete. Para los espectáculos del conocido centro nocturno puso en función todas sus habilidades interpretativas y autorales. Creó varios shows entre ellos un Cuadro Chino; Los heraldos; Los bufones; Las pirañas; Cinturón de castidad; Felograma; Felonía; Felucho; Adán, sí señor; Carnaval, carnaval, y La tentación. 

En cada una de estas propuestas, el trinitario utilizó los recursos de la comedia musical y del teatro de variedades que tan bien conocía. No conforme con la labor, creó al unísono un grupo musical compuesto por grandes instrumentistas: Carlos Emilio, (guitarra); Felo Hernández (contrabajo); Panchito Bejerano (percusión cubana); Armando Zequeira (batería), y Felo Bergaza (piano). 

De igual manera su universo discográfico fue bastante enjundioso con grabaciones de nacionales y foráneos. Se citan Debussy, Liszt, y del patio Ernesto Lecuona, Moisés Simons e Ignacio Cervantes. Están también el mexicano Agustín Lara y el puertorriqueño Rafael Hernández. 

La riqueza genérica de la obra de Felo Bergaza alcanzó la balada, el bolero, bolero-canción, bolero-guapachá, bossa-nova, calipso, calipso-swing, canción y conga. Demostró virtuosismo en la composición del danzonete, del guapachá, la guaracha, mambo, rumba cepirrumba y rumba-chachachá. 

El hijo de la ciudad de Trinidad, quien pasó a la posteridad como Felo Bergaza, falleció en la capital cubana el 7 de julio de 1969, pero aún muchos de sus temas siguen inamovibles en el recuerdo de varias generaciones de cubanos.  

 

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