El tres cubano conquista el templo del jazz

Yarima Blanco

Con el brillo de las cuerdas que evocan raíces, tradiciones y alma popular, el tres cubano se abre espacio en uno de los escenarios más emblemáticos de La Habana: el César Jazz Club. La noticia, celebrada con entusiasmo por la tresera Yarima Blanco, confirma que la música tradicional cubana encuentra ahora un lugar de honor en el templo del jazz cubano. 

Yarima Blanco, primera mujer graduada en la especialidad de tres cubano en el Instituto Superior de Arte, ha llevado el sonido ancestral del tres a nuevos diálogos con el jazz, ampliando los horizontes sonoros de la música cubana contemporánea.

Las presentaciones tendrán lugar los días 7, 8 y 9 de noviembre, con dos espectáculos por noche, a las 7:30 p.m. y 10:00 p.m., en el César Jazz Club, situado en la Avenida del Puerto, entre Obispo y Justice. La artista expresó su alegría por esta iniciativa, agradeciendo especialmente a César López y Seiko Ichii, quienes hicieron posible esta “genial idea”. 

César López, virtuoso saxofonista que integró la mítica orquesta Irakere con solo 19 años y fundador de Habana Ensemble, ha sido figura clave en la evolución del jazz cubano, creando puentes entre tradición y modernidad; y Seiko Ichii, música y productora japonesa afincada en Cuba, ha sido el motor creativo y gestor del club, un espacio donde el jazz se halla con las raíces cubanas en un intercambio cultural único.

La llegada del tres cubano y de la música tradicional a la instalación representa mucho más que una simple temporada artística: es un gesto simbólico de integración sonora, donde los lenguajes del jazz y la música popular dialogan desde la autenticidad.

Con la sensibilidad y maestría que la distinguen, Yarima Blanco promete noches en las cuales la cadencia del son, la improvisación y la raíz confluyan en armonía, ofreciendo a los asistentes una experiencia musical inigualable. Así, el César Jazz Club reafirma su condición de santuario musical y abre un capítulo innovador donde la tradición cubana y el jazz contemporáneo laten al unísono.

Foto: Tomada de CubaSí

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