Un total de seis peñas campesinas fueron creadas recientemente en La Habana, como parte de las estrategias de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos Antonio María Romeu, para fomentar este tipo de música, parte importante de la tradición cultural cubana.
Fueron beneficiados con estos encuentros musicales los municipios de Centro Habana, Arroyo Naranjo, Diez de Octubre, Playa, La Lisa, y Marianao; según informaron directivos de la empresa.
Cada una de estas peñas está representada por destacados cultores del género, entre los cuales figuran en la lista la tonadista Marisol Guillama; los repentistas Noel León, Angelito Torres, Felipe Pérez, Eduardo Rodríguez, y el conocido como Jilguerito, quien es hijo del legendario Jilguero de Cienfuegos, un cantante popular cubano que desarrolló un particular estilo de interpretación en la música campesina nacional.
La música campesina en Cuba constituye la base fundamental para el estudio de la cultura del país. En ella confluyen, junto a escasos elementos de la población aborigen, culturas de diferentes regiones que conformaron el amplio mosaico cultural de la Isla.
No ha tenido que recobrarse, porque su expansión musical se ha enriquecido de generación en generación a través de los cultores del género en sus más diversas expresiones, tales como: la décima cantada, la guajira, y el son montuno.
La peñas campesinas habaneras, a pesar de su novedad, son puntos de confluencia de varios grupos etarios y locuciones sonoras en las cuales la improvisación ocupa una de las modalidades más gustadas por los asistentes.