Por: Laura Ortega
La rumba, declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2016, regresa como cada año a tomar el país desde sus más diversos rincones mediante el Festival Internacional Timbalaye, el cual celebra este año la XVI edición, que tendrá lugar del 18 al 31 de agosto.
Dedicado esta vez a los Cabildos de Nación, las Casas Templo y el aniversario 30 de la declaración de la Ruta de las Personas Esclavizadas, el evento tiene como novedad y propuesta principal el alcance de las comunidades más apartadas de la Isla.
Desde Pinar del Río hasta Guantánamo, barrios, callejones, pequeños poblados rurales, todo sitio donde exista una tradición religiosa o cultural vinculada a estos antepasados, que dieron origen al género, recibirá la visita y el reconocimiento por parte del festival, cuyo objetivo es la promoción, distinción y conservación de esta cultura perdura hasta nuestros días como parte indisoluble
Con la misión de salvaguardar y preservar las tradiciones del verde caimán, desde todas las aristas del arte, ya sea danza, música, gastronomía, artes plásticas o poesía, Timbalaye cuenta con un programa de conciertos, espectáculos, artistas internacionales, visitas a centros históricos, coloquios, encuentros íntimos con cultivadores emblemáticos de la rumba, entre otras propuestas con invitados de Italia, Brasil y México.
Según Ulises Mora, presidente del comité organizador del evento, Timbalaye es la muestra viva de que se puede hacer mucho con poco, ya que, sin financiamiento extranjero ni grandes inversiones, solo con el apoyo de las instituciones cubanas como el complejo de Casas de Cultura y los barrios, se ha logrado mantener en pie el festival.
La inauguración tendrá lugar el próximo domingo 18, en el Palacio de los Capitanes Generales, justo frente a la estatua de Carlos Manuel de Céspedes, el hombre que nos enseñó la necesidad de la igualdad en pos de la Patria. Allí habrá un performance alegórico a la esclavitud y un llamado a lo que es Timbalaye, la búsqueda de un mundo mejor mediante la visibilidad cultural.
Fuente: Granma