Salvador Adams Cisneros: la guitarra que canta la memoria

Salvador Adams Cisneros

Hay artistas cuya música parece surgir de una conversación íntima con el alma. Así es la obra de Salvador Adams Cisneros, compositor y guitarrista cubano que transformó la sencillez del instrumento en fuente inagotable de emoción y belleza.

Nacido en Santiago de Cuba el 6 de agosto de 1894, falleció en esa ciudad el 22 de enero de 1971, y su obra se inscribe en la tradición de la trova santiaguera. 

Desde joven, su casa devino centro de peñas trovadorescas, donde compartió con figuras como: Sindo Garay, Emiliano Blez y Miguel Matamoros. Estudió solfeo, teoría de la música y técnica de la guitarra con maestros como Mariana de la Torre y Ángel Palacios Colás, mientras completó su formación en 1914. 

Su estilo fusionó la tradición trovadoresca con sensibilidad única, al crear canciones que trascienden lo anecdótico, entre ellas, «Amor de madre», «La gitana negra» y «Altiva es la palma», las cuales siguen siendo interpretadas y apreciadas por su profundidad lírica y belleza melódica. 

Además de su faceta artística, Adams Cisneros fue un hombre comprometido con su tiempo, que participó activamente en la vida cultural de su comunidad y dejó una huella imborrable en el arte sonoro de la mayor de las Antillas. Su música continúa viva en cada interpretación que honra su memoria.

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