Cuando la música cubana se mezcla con el arte circense, nace una experiencia única, vibrante, emotiva y así lo demuestra la edición 19 del Festival de Niños y Jóvenes Aficionados al Circo.
La cita será del 17 al 20 de julio en Avenida 31 y Avenida 25, en Marianao, al oeste de La Habana, y no solo levantará por primera vez su emblemática Carpa Ilusión, sino que lo hará al ritmo de un tema melódico.
Cual himno, estandarte y corazón sonoro del evento, su autora, la virtuosa Susmary Cortina, regaló la composición especialmente a Odelmis Hernández, creador del proyecto Cubacirco Pioneril Ángeles del Futuro, del municipio Marianao, para reflejar lo grandioso de ese colectivo cultural.
El texto celebra un circo mágico y emocionante, donde los aplausos son de amor, la niñez revive y la ilusión transforma el alma, mientras en cada estrofa suena la promesa de que “todo mejora” bajo esta carpa donde se disfruta, se sueña y se ríe sin temor.
Este año marca un antes y un después para el Festival de Niños y Jóvenes Aficionados al Circo, pues por fin se realiza desde un espacio real y simbólico que representa el compromiso con el desarrollo del arte circense en Cuba.
La carpa fue donada por la directora del prestigioso Circo Giovanni de Alemania, conmovida por el talento infantil que descubrió durante un intercambio cultural en 2022 y hoy esa donación late como un corazón palpitante de colores, sueños y risas.
La edición 19 del certamen reúne 68 actos circenses provenientes de cinco provincias: Artemisa, Mayabeque, Camagüey, Ciego de Ávila y La Habana, y subirán a escena proyectos emblemáticos como: Fantasía Circense, de Artemisa; Cubacirco Pioneril Ángeles del Futuro, de La Habana; Estrella Roja y Rayito de Sol, de Ciego de Ávila, además de la participación especial de Camagüey con un número destacado.
Entre los atractivos sobresale Pol de Sofía, presentación ganadora del Gran Premio del anterior Festival de Invierno, que ahora regresa con nuevos retos escénicos, incluyendo el exigente número de cuadrante.
Con actos para soñar el evento tendrá, a las 3:00 p.m., funciones demostrativas, a las cuales pueden asistir escuelas, familias y público infantil, en tanto, a las 6:00 p.m., se efectuarán competencias de distintas habilidades circenses, donde se mostrarán las mejores ejecuciones y se decidirá lo mejor del encuentro.
Este Festival no es solo una competencia: es una celebración de la infancia como fuente de arte, juego y aprendizaje, por lo que cada presentación demuestra el poder del circo para educar en valores, fomentar la disciplina, y fortalecer el trabajo en equipo, todo ello desde el asombro y la emoción.
Y es ahí donde la música cubana cobra su protagonismo, pues el tema sonoro, con su ritmo tropical moderno y su letra entrañable, identifica al festival, representa a la carpa y da voz al proyecto anfitrión.
“Carpa Ilusión” es la melodía que acompaña cada ensayo, cada risa, cada salto, es una canción que se escucha y se vive, porque la música, como el circo, tiene el poder de unir generaciones.